Escribir un diario. Que cosa más ególatra. ¿O que cosa más altruista por cómo nos puede ayudar a ser mejores personas?
Algunos de los autores más importantes que escribieron sus diarios dejaron varias perlas que dan que pensar sobre por qué lo hacían.
Virginia Woolf dejó escrito que:
El hábito de escribir así solo para mis propios ojos es una buena práctica. Afloja los ligamentos. No importa los fallos y los tropiezos.
Oscar Wilde tiraba de ingenio y de ego:
Nunca viajo sin mi diario. Siempre hay que tener algo sensacional para leer en el tren.
Y Alejandra Pizarnik hablaba mucho sobre su diario en sus diarios. La frase que he elegido rescatar es esta:
El yo de mi diario no es, necesariamente, la persona ávida por sincerarse que lo está escribiendo.
Esta última cita conecta con una reflexión que hacía en su boletín Juan F. Plaza, miembro del Club, y que me parece muy sugerente:
Al escribir un diario… ¿Lo hacemos como si lo fuera a leernos alguien en el futuro o para nosotros mismos? ¿Usamos el mejor lenguaje posible o lo completamos como si fuera casi una lista de la compra de nuestras sensaciones?
La verdad es que no tengo respuesta a por qué lo hago yo. El 28 de julio de 2022 comencé a escribir un diario y desde entonces no he parado.
╰➤ Hoy te cuento mi experiencia, cosas buenas y malas y te dejo la plantilla de Notion que utilizo.
(porque sí, escribo mi diario en digital)
Lo que he aprendido tras un año y medio escribiendo un diario (con plantilla de Notion)
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